20 de junio de 2013

Quiero volver...volver... volver...

Hace un par de meses que estoy con una idea algo tonta en la cabeza...

La de escribir una serie de crónicas de lo que ocurre en esta ciudad que otrora fue llamada la Sultana del Ávila y que entre tanta cambiadera de nombres y de "ideologías" ya no sabe que fue ni que es.

Otra tonta idea acompañaba a la primera, en forma de deseo...

¡Ojalá yo tuviera mi blog! Si así fuera, yo podría escribir... y el post se iba construyendo en mi mente lleno de imágenes y palabras hasta morir con un suspiro, de esos sonoros, como cuando sabes que algo no tiene remedio y mejor renuevas el aire de tus pulmones para pasar a hacer otra cosa.

Porque yo había olvidado que tenía ESTE espacio. Porque este espacio fue un "peor es nada" que terminó arrumado en un rincón como siempre terminan los "peor es nada" que nunca serán "todo" pero te acompañan mientras aparece (si es que aparece) "the one".

Rebuscando entre ese universo de trastos que vamos tirando en la red con nuestro nombre y nuestra marca, buscándolo en realidad para "sacrificarlo" como se hace con la mascota que ya no puede más, lo escuché gimiendo asustado y sintiéndose traicionado. Como música de fondo sonaba una ranchera... "y volver, volver, volver..... quiero volver, volver, volveeeeerrr"

¡Claro! si lo había dejado con ese post de septiembre acerca de las canciones de despecho. Con ese abandono, el desvelo, esas ideas suicidas... Hasta me dio miedo que después de casi un año, el sentimiento de venganza le llevara a atacarme, a hacerme daño... a... ¡a nada chica! ¿Qué va a hacer? ¿lanzarme sílabas?  ¿palabras agudas?  ¿frases cortantes?

Nada de eso me amilana y por eso llegué, con mis manos bien lavadas (por lo de la H1N1), y le ofrecí clemencia (que quede claro quien manda): Lo saco del destierro, de detrás del Facebook y le dejo salir algunas veces, cuando me provoque y haya algo interesante para escribir.

¡No, no no!  nada de darte el mismo tiempo que a Twitter, ni de estar activando al dormilón de Google+  para hacerte propaganda. Cada quien en su sitio...

Me miró furioso, con ganas de mandarme al carajo. Volteó a ver su destierro, los jirones de nada y las telarañas que lo acompañaban, cerró los ojos por un momento y, lentamente, asintió con la cabeza...

Eso fue hace 15 min, ya escribí y solo queda publicar.

Allá atrás lo escucho haciendo una plegaria, pidiendo que el capricho me dure un poco más, que no salga Candy Crush o Angry Birds a robarme el tiempo.

Yo por mi parte también rezo, para que haya mucho que contar, para que alguien quiera leer y comentar. Porque ya saben que no me caigo a mentiras... yo escribo esperando que alguien lea...





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